VENEZUELA (AndeanWire, 18 de Febrero de 2016) Un equipo multidisciplinario de profesionales atiende a los pacientes de Asperger, dentro del favorecedor marco de la integración y la inclusión, aplicando los más actualizados estándares de tratamientos acordes con su particular condición y el sentido de inserción social que el ser humano necesita para desarrollarse dentro de una sociedad justa de elevados valores humanos.A propósito de conmemorarse hoy “El Día Mundial del Síndrome de Asperger”, las doctoras: Gabriela Ríos, Jefa del Servicio de Pediatría General II; Fátima Correia, Adjunta al Servicio de Neuropediatría y la Psicóloga Mariela Belgrave, Supervisora en la Unidad de Salud Mental, bajo las directrices de la doctora Fredda Hernández, Jefa del Servicio de Neuropediatría y el doctor Francisco Socorro, Jefe del Servicio de Pediatría, informaron todo lo concerniente al Síndrome de Asperger.
Gabriela Ríos, neuropediatra, manifestó que normalmente el paciente es referido por el pediatra para neuropediatría; en donde procedemos a la valoración con el equipo conformado por psiquiatras, psicopedagogos, terapeutas del lenguaje, rehabilitación y los cuatro neuropediatras, más los dos residentes, que en el Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM).
Los pacientes son atendidos en el piso 8 de la Torre Pediátrica, los martes, miércoles y jueves, en horario de 8 de la mañana hasta las 12 del mediodía.
Mientras que en la Unidad de Salud Mental del SAHUM la atención para los pacientes con Asperger está a cargo de los psicólogos especialistas en Autismo, de lunes a viernes, de 8 de la mañana hasta las 12 del mediodía.
Cabe destacar que el SAHUM cuenta con el Postgrado de Neuropediatría, en donde se preparan los profesionales de relevo de esta esencial especialidad médica.
Asperger no es igual que autismo
Se diferencia del autismo infantil temprano y de otras formas menos específicas, en que en el trastorno de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, y no existe una perturbación clínicamente significativa en su adquisición.
No hay retardo, por ejemplo en la edad en que aparecen las primeras palabras y frases; aunque pueden existir particularidades cualitativas (por ejemplo gramaticales) que llamen la atención, así como una preservación generalizada de la inteligencia.
Asevera la psicóloga Mariela Belgrave, que sí son autistas pero con un nivel de funcionamiento elevado, son muy inteligentes y pueden ser perfectamente incluidos en todos los niveles educativos -inclusive a nivel universitario- en donde puedo destacar a un paciente de 22 años, quien actualmente estudia diseño gráfico.
Igualmente informó que la edad de aparición y detección más frecuente del síndrome se sitúa en la infancia temprana usualmente en la consulta pediátrica.
“Muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo (aleteo de las manitos y el caminar en puntillas, entre otras) cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un papel más central en la vida de la persona”.
A partir de 2014 el Asperger entró en otra clasificación
Señaló, Belgrave que hasta el año 2014 se mantuvo una definición de Asperger, que cambió posterior a la reclasificación de estos pacientes “hasta 2014 con la modificación del “Manual Diagnóstico de Todas las Patologías de Trastornos Mentales (DSM5) surgió también una transformación en las definiciones de los trastornos generalizados del desarrollo; a raíz de esto el Asperger pasó a llamarse ‘Trastorno del Espectro del Autismo’ lo que quiere decir que a mayor nivel de funcionalidad; junto a la madurez cognitiva de la persona con este síndrome, mejor calidad de vida tendrá”, puntualizó.
Destacó que las tres áreas características del Asperger; tales como: social, conductual y comunicacional; destacando en la social una inclinación del niño a relacionarse con otros que los superan en edad, acentúa poca socialización y en muchos casos retraimiento al igual que expresa un manejo de emociones no definidas y cambiantes.
En la parte conductual expresa intolerancia a los cambios de rutina y comportamientos estereotipados, y en lo referente a lo comunicacional estos niños manejan un tono de voz diferencial con tendencia a la “ecolalia” (repetición de la última palabra o frase) con entonación prosódica (características fónicas, los tonos y los acentos e las palabras).